viernes, 8 de febrero de 2013

El Poder de las Palabras

Todos hemos escuchado a una persona decirle a otra "conecta el cerebro con la lengua antes de decir algo", es una frase que puede parecer graciosa en ese momento para las personas que están al rededor de ellos, pero es algo muy cierto, alguna vez han pensado primero lo que van a decir antes de decirlo, en un 98% la respuesta sería no, pensamos lo que se va decir en una entrevista de trabajo, en un discurso, cuando alguien le va proponer matrimonio a otra persona o cuando vamos a cerrar un contrato que nos alegre el año completo, pues así es el ser humano debería primero pensar lo que va decir antes de que salga la palabra de la boca y meterse en un gran problema.

Desgraciadamente en este mundo hay dos cosas que hacen daño y no hay manera de enmendar ese error, la primera es la bala que sale de cualquier arma de fuego y la segundo y tal vez la más letal, las palabras que salen de nuestra boca. Así es, la boca es el arma más poderosa que tiene el ser humano, ya que, con la boca se pueden decir palabras que encanten a todo mundo, pueden salir palabras que sirvan para construir como para destruir, por eso es importante pensar lo que se va decir ya que una palabra puede quedar plasmada en papel por cientos de años como también, puede quedar grabado en la memoria y corazón de las personas a quienes van dirigidas.

Algo que separa a los hombres de los animales, es que tiene la capacidad de expresarse y hacer notar sus sentimientos de una manera verbal, pero muchas veces el humano pierde eso, si la capacidad de expresarse bien y todo lo que hace es hacer daño, en la historia han habido personas que han sabido utilizar las palabras de manera prudente y poderosa, una persona a quien se le adjudica el mejor uso de la lengua es al Ex Presidente de Estados Unidos Abraham Lincoln, quién fue uno de los mejores presidentes de este país y que, con discursos y acciones hizo valer su poderío ante cualquier persona que trató de hacerlo fallar, pero también existen personas como Adolf Hitler quien, únicamente utilizaba la lengua para crear en sus soldados un ambiente hostil y feroz en su mente, era una persona con un gran don de la palabra pero era una persona que la utilizaba para el mal, acabo de citar dos de las grandes personas que con el uso de las palabras, crearon una revolución en el mundo, uno para el bien y el otro para el mal.

Antes de hablar, el hombre (refiérase a hombre, tanto al hombre como a la mujer) debe tomarse por lo menos 2 segundo en pensar lo que va decir, ya que, una palabra que emplee mal y puede acabar con el contrato de su vida, la relación que lleva con su pareja, o lo peor puede acabar con una valiosa amistad, pero no solo las palabras habladas dañan, también las palabras escritas tienen gran poder positivo o negativo, la manera en que se escribe una carta puede causar impresión positiva o negativa delante las personas, las palabras empleadas cuando se escribe un artículo en los periódicos puede hacer que se vendan miles de copias o que no se venda ninguna. Las personas que están detrás de una cabina de radio o de una computadora para escribir en prensa, muchas veces no se dan cuenta el poder que tienen en su voz y en sus manos, pues si la emplearan de otra manera podría cambiarse la situación en la que se vive actualmente en el mundo.

En conclusión las palabras escritas o habladas pueden motivarnos, destruirnos, hacernos felices o infelices, la próxima vez que vayas a decir algo piénsalo bien, piensa si realmente es lo que vas a decir, si es lo que tu corazón quiere decir, si dices Te Amo que sea de corazón y si vas a decir Te Odio, piensa si realmente lo sientes, cuando escuches una canción que te guste ponle atención a la letra no sólo a la música, si te gusta una canción en inglés, busca la traducción para saber que estas cantando o que estás escuchando, en fin las palabras son buenas o malas, simplemente el hombre decide como utilizarlas.

"El hombre no sabe el poder que tiene hasta que, aprende a expresarse sin pensar en lo que dice"

jueves, 3 de enero de 2013

Necesitamos un cambio, pero no hacemos nada por el cambio

     Entramos al año 2013, eso quiere decir 2 cosas, la primera, que sobrevivimos a toda la charlatanería que en Diciembre 21 se acababa el mundo y la segunda es que, se nos dio una nueva oportunidad de comenzar todos nuestros planes ya sea desde cero o desde donde las dejamos el año pasado. Estuve leyendo varias publicaciones en Internet y algunas columnas de unos medio de comunicación, la mayoría de los artículos que leí hablaban sobre un cambio, inclusive hablaban del cambio de era que ocurrió el 21 de diciembre pasado, observe algunas entrevistas donde las personas hacen referencia a que este es el año en que va haber un cambio en ellos, hablaban de que este año si iban a cumplir sus metas y todo eso, pero sólo ahí se queda no hacen nada por crear un cambio en ellos mismos, como quieren cambiar al mundo si no pueden consigo mismo.

     Todos hablan sobre cambios radicales, que los cambios son importantes para la sociedad ya que estos cambios ayudan a evolucionar, mejorar aspectos sociales, mejorar aspectos económicos y todo lo demás, pero todos se refieren a cambio en gran escala, cuando realmente los cambios que valen la pena y que es por donde se debe comenzar es en los pequeños, si hacemos cambios pequeños el resto de la gente notará esos cambios y los pequeños cambios que hicimos se volverán en cambios gigantescos que no sólo haremos nosotros sino que, lo harán más personas de las que nos podamos imaginar. Me gusta trabajar con ejemplos (fui maestro en un tiempo, por lo mismo), estaba escuchando en un medio radial que quieren erradicar la pobreza en Guatemala, no voy a decir que es algo malo, al contrario es algo que todos los habitantes en este país tenemos que preocuparnos porque suceda, pero existe un pequeño problema en esa campaña, únicamente se están enfocando en departamento de Guatemala, donde todo mundo puede ver a los "famosos" del país contribuyendo o mejor dicho ayudando a repartir lo reunido, aunque ellos no hayan donado nada en lo absoluto pero andan prestando su bella cara para hacer crecer la publicidad del medio radial (cosa que encuentro de lo más desagradable por cierto), pero hay personas que lo hacen sin andar pregonando a los cuatro vientos lo que hacen, hace días se subió a Facebook, una fotografía de un señor que invitó a un niño a su almuerzo de "fin de año", aclaro no fue el señor quien la subió, fue un amigo quien subió esta fotografía, que realmente lo pone a pensar a uno en todo lo que uno tiene y en todo lo que otras personas no tienen.

     En fin, hagamos pequeños cambios, cambios que valgan la pena, no sé, en tu comunidad formen un grupo donde mensualmente o cada cierto tiempo, pasen por las casas de la localidad a recolectar ropa que ya no usen las personas que habitan ahí, ahorrar dinero de lo que ganan con tus amigos para hacerles algo conmemorativo a un grupo de niños de la calle o personas de escasos recursos, tal vez no está recibiendo ayuda económicamente (directamente) pero se le está haciendo más placentera la vida aunque sea por un segundo y ve que hay personas que se preocupan por ellos sin esperar nada a cambio, y para ganar mas colaboradores se puede hablar de ello en las redes sociales, que se han convertido en un medio de comunicación mundial, con estos pequeños actos podemos ir cambiando la situación no sólo de nuestro país, sino que también la situación mundial, y cuando nos demos cuenta el mundo va ir cambiando poco a poco no sin que lo notemos, al contrario será un cambio tan notorio que habrán personas que dirán "como me di cuenta que esto se podía hacer", es un llamado para todo el mundo, pero principalmente a las mentes jóvenes, a estas personas que van a heredar este planeta en unos cuantos años.

     Ya sin aburrirlos o crear discrepancia entre su modo de pensar y el mío, les invito a crear un pequeño movimiento social con sus amigos, compañeros, familiares, quien sea para poder hacer de este un mundo mejor del que nos tocó a nosotros.


"Dadme un pequeño punto de apoyo
y seré capaz de mover al mundo" Arquímides.